Docente de la carrera de Enfermería Técnica del Instituto Carrión brinda importantes consejos que ayudarán a controlar la presión arterial

La hipertensión arterial o presión alta es una enfermedad crónica, silenciosa, estrechamente asociada al estilo de vida que se lleva, y es el principal factor de riesgo para sufrir afecciones cardiovasculares, por lo que es importante seguir las indicaciones que el licenciado Waldir Ponce, docente de la carrera de Enfermería Técnica del Instituto de Educación Superior Daniel Alcides Carrión, ofrece a la población.

“La hipertensión arterial es una enfermedad que consiste en la fuerza excesiva o tensión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias al pasar por ellas. Esta presión alcanza valor máximo en la sístole ventricular y el más bajo en la relajación cardiaca. No tiene cura, pero sí cuenta con un tratamiento específico, según la etiología patológica de la persona”, explica el licenciado Ponce.

Refiere que las causas de la hipertensión van desde obesidad, diabetes, alimentación con alto contenido de sodio, enfermedades renales, antecedentes familiares, entre otras, por lo que recomienda evitar la ingesta de sal, grasas saturadas, consumo de alcohol y tabaco, así como el sedentarismo.

“Si bien la hipertensión arterial no tiene cura existen hábitos que ayudarán a controlarla y a mejorar la calidad de vida de los pacientes”, afirma.

Para ello, el especialista brinda las siguientes recomendaciones enfocadas en el cuidado adecuado de una persona con hipertensión arterial:

- Hacer algún tipo de ejercicio o actividad física regularmente, como salir a caminar, trotar, manejar bicicleta y bailar unos 30 minutos al día. Repetir la rutina cinco días a la semana, para lograr cambios notorios en la presión arterial.

- Incluir más frutos secos, verduras y pescado en la dieta diaria. Evitar el consumo de carne roja, mariscos y optar por pescados al vapor, no frito en aceite, en las comidas.

- Tener cuidado con el sobrepeso y la obesidad. Mantener un peso saludable ayudará a reducir la tensión arterial y la dislipidemia (alteración de la grasa en la sangre) y el riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2.

- Reduzca la ingesta de sal. El consumo óptimo de sal en todos los pacientes debe ser menor a 5-6 gramos por día. La familia cumple aquí un rol importante, por lo que es ideal que se retire el salero de la mesa.

- Abandone el hábito de fumar porque disminuye el riesgo de hipertensión arterial, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.

“Si ha sido diagnosticado con hipertensión arterial y cuenta con un tratamiento establecido por su cardiólogo, es importante que continue con la medicación, así su presión ya se haya estabilizado. Recordemos que esta enfermedad, al ser crónica, no tiene cura y el único que debe autorizar el cambio o suspensión de un tratamiento es el médico tratante”, señala.

El licenciado Ponce también refiere que, si bien la hipertensión arterial no presenta síntomas, existen algunas señales de alerta, como cefaleas recurrentes, visión borrosa, mareos repentinos y zumbidos en el oído, a los que debemos prestar atención.

Waldir Ponce, docente de la carrera de Enfermería Técnica del Instituto Carrión, recomienda incluir más frutos secos, verduras y pescado en la dieta diaria.

Según el especialista, salir a caminar o trotar también es recomendable para para lograr cambios notorios en la presión arterial.