Los pies son una parte fundamental de nuestro cuerpo que, a menudo, pasamos por alto en términos de cuidado y atención. Sin embargo, los problemas en los pies pueden afectar nuestra calidad de vida significativamente, por lo que, además de tener una higiene adecuada, secarlos correctamente e hidratarlos, es importante visitar a un podólogo de manera preventiva para evitar complicaciones comunes por hongos en las uñas, pie de atleta e incluso las ocasionadas por comorbilidades que puedan afectar la circulación y epidermis.

“Las patologías podológicas muchas veces no distinguen grupos etarios, por lo que es importante que desde edades tempranas puedan acudir al podólogo(a), para la detección oportuna de alteraciones que puedan complicarse en un futuro y afectar la salud del paciente. Por ejemplo, no solo las personas con diabetes mellitus pueden tener alteraciones circulatorias que desfavorezcan a la cicatrización de heridas en los pies, esto también puede ocurrir en personas con prediabetes, síndrome metabólico, dislipidemias, obesidad, adultos mayores y otros”, afirma el Lic. Moisés Sánchez, docente del programa de Podología Clínica y Estética en el Instituto Carrión.

Por ello, el especialista recomienda acudir cada 21 días al podólogo(a) para una valoración constante de los pies y el correcto corte uñas, debido a que este último punto también puede llevar a la infección por hongos, por los diferentes traumatismos que muchas veces son ocasionados al cortarse uno mismo las uñas. Asimismo, el Lic. Sánchez destaca el uso de elementos antitranspirantes durante las mañanas con el fin de evitar la sudoración en los pies, producto del trajín diario y el uso de un calzado adecuado que no ajuste mucho los pies y brinden confort, ya que, el mal calzado es muchas veces el causante de muchas afecciones podológicas.

En dicha línea, el especialista del Instituto Carrión da a conocer cuáles son los principales signos que indican que debes acudir pronto a un podólogo(a):

1. Mal olor de los pies: Puede estar relacionado a la presencia de pie de atleta o solo debido a una condición, como la bromhidrosis, que sucede cuando las bacterias que se encuentran en la piel degradan la queratina y generan mal olor.
2. Alteraciones morfológicas y coloración de las uñas: Ocasionadas principalmente por la presencia de hongos en las uñas (onicomicosis), pero existen otros diagnósticos diferenciales que pueden ser confundidos, así que debe realizarse una evaluación adecuada para brindar un tratamiento adecuado.
3. Callos: Producido en su gran mayoría por un mal calzado, por exceso de fricción o presión en zonas específicas de los pies.
4. Dolor en laterales del primer dedo de los pies (uñeros): Existen muchos factores que pueden conllevar a la aparición de los uñeros, siendo la más frecuente el mal corte de las uñas, esto puede ser detectado desde grados leves y siempre será mejor tratarlo desde esta fase.
5. Prurito: Este síntoma en los pies tiene muchas causas, siendo la presencia de hongos una de las más conocidas, pero también puede estar asociados a factores alérgicos, por lo que una crema antimicótica no tendría ningún efecto en este último diagnóstico.
   “Recuerda que las infecciones por hongos, si no son tratadas a largo plazo, pueden causar alteraciones en la coloración y el grosor de las uñas que más adelante pueden ser difíciles de tratar. A su vez, en la piel puede generar graves daños que van a causar disconfort en los pacientes”, comenta el especialista.

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