Especialista del Instituto Carrión enseña primeros auxilios para emergencias en playa o piscina
La licenciada Luz Zapatero Choy, docente de la carrera de Enfermería Técnica del Instituto de Educación Superior Daniel Alcides Carrión, señala que en la playa o piscina existen una variedad de peligro de accidentes, ante los que debemos actuar con prontitud, a fin de evitar poner en riesgo la vida del paciente.
Asimismo, Zapatero refiere que existen una serie de medidas de seguridad que se deben tomar en cuenta antes de ingresar al agua como prevención. “Hay que realizar ejercicios de calentamiento antes de nadar, protegerse del sol con un factor protector 50 o superior, hidratarse a menudo, entrar al agua de manera progresiva y segura, evitar nadar en solitario y saber qué tiempo meteorológico se espera”, precisa.
Además de estas recomendaciones, la licenciada en Enfermería nos brinda los siguientes consejos para realizar primeros auxilios en distintos casos de riesgo:
- Picadura de medusa o de erizo de mar. En este caso, es importante mantener la calma, para evitar que se produzcan múltiples heridas pequeñas y se claven más las espinas o afecte una mayor zona. En el caso de que las espinas, aletas o tentáculos sean lo suficientemente grandes para verlas, puedes retirarlas en el agua. Aunque con las espinas más pequeñas hay que usar otros métodos como cera o pinzas depilatorias.
Para evitar posibles infecciones, hay que lavar bien la zona afectada por las picaduras. Esto también ayuda a eliminar algunos restos de espinas o venenos de los tentáculos. Además, se puede usar una compresa con vinagre, ya que disuelve la espina. Si las molestias empeoran, debe ser trasladado a un centro médico lo antes posible.
- Insolación o golpe de calor. Este es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Entre los principales síntomas que podemos identificar tenemos: sed intensa y sequedad en la boca, sudoración excesiva, agotamiento, cansancio o debilidad, mareos o desmayo, entre otros. El manejo consistirá principalmente en colocar a la persona en el lugar más fresco que se pueda, hidratarlo por la vía oral con líquidos, quitarle la ropa, procurar enfriarlo mediante compresas de agua fría; y si las medidas no resultan, debe ser trasladado al centro médico más cercano.
- Fractura o esguince mientras está en el agua. En este caso, se debe primero retirar a la persona del agua y trasladarla a un área cercana. Segundo, intentar inmovilizar con un cabestrillo el miembro afectado. Para finalizar, obligatoriamente el paciente deberá ser trasladado al centro médico más cercano.
- Ataque de calambre en el agua. Para prevenir la aparición de calambres es bueno estirar los músculos, dos o tres veces al día, manteniendo la posición unos 30 segundos. Todo ello ayuda a alargar los músculos y, por ende, a que sean menos propensos a acalambrarse.
- Corte con algún objeto afilado. Para iniciar, se debe retirar a la persona del agua y trasladarla a un área cercana. Lavarse las manos con jabón o un limpiador antibacteriano para prevenir una infección. Luego, lavar completamente la herida con agua y un jabón suave Use presión directa para detener el sangrado y aplique un vendaje limpio que no se pegue a la herida. Si la herida es muy profunda o el sangrado no para, el paciente debe ser trasladado a un centro médico.
Luz Zapatero, docente del Instituto Carrión, orienta cómo actuar frente a la insolación o golpe de calor.