Cinco errores que cometes al lavarte los dientes
La higiene bucal no solo mejora nuestra sonrisa, sino que contribuye a un cuerpo sano. Sin embargo, a menudo cometemos errores simples pero significativos al cepillarnos los dientes que pueden tener un impacto negativo en nuestra salud bucal a largo plazo.
Jesús Manco, docente de la carrera de Prótesis Dental del Instituto Carrión, afirma que una buena salud bucal tiene un efecto positivo en la salud física y mental. Para lograrla, es necesario limpiar adecuadamente la superficie dentaria, espacios interdentales, encías y lengua. Además, es importante potenciar la limpieza dental con el uso del hilo dental y colutorios (enjuagues). La duración (2 minutos) y la frecuencia del cepillado dental son factores de suma importancia para eliminar efectivamente la biopelícula.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la caries dental no tratada es la afección con mayor prevalencia a nivel mundial y se estima que afecta a 2500 millones de personas. Esta principalmente se genera por una falta de higiene bucal. Una buena higiene bucal es esencial para la salud general, debido a que brinda bienestar y calidad de vida a las personas, cepillarse dos veces al día o después de cada comida ayuda a prevenir la caries y enfermedades de las encías.
Esto no solo beneficia a nuestra boca, sino también reduce el riesgo de presentar enfermedades no transmisibles como la diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas.
Teniendo en cuenta ello, el especialista da a conocer estos principales errores al cepillarse.
- Usar un cepillo inadecuado. Los cepillos con cerdas duras pueden dañar las encías y desgastar el esmalte de los dientes si no son usadas con la técnica correcta. Hay que tener en cuenta que cada caso es especial y para elegir el cepillo adecuado la mejor opción siempre es preguntarle a su odontólogo de confianza.
- Realizar una técnica incorrecta de cepillado. La técnica más aconsejada es la Técnica de Bass. Esta consiste en inclinar el cepillo 45º grados y moverlo de arriba a abajo de manera vertical con movimientos muy pequeños de vibración o circulares sin presión y sin que los filamentos lleguen a desplazarse de su posición en la encía, debido a que podrían dañarla. Asimismo, en los dientes anteriores, por la cara lingual, se debe realizar con el cepillo colocado verticalmente.
- Cepillarse con demasiada fuerza. Aplicar una presión excesiva al cepillar puede dañar el esmalte dental y la encía. Es importante utilizar movimientos suaves y circulares para eliminar la placa sin dañar las estructuras dentales.
- Olvidarse de la higiene interdental. El cepillo de dientes no puede ingresar a los espacios que hay entre las piezas dentales, por lo que es importante potenciar la limpieza dental con el uso de seda dental (hilo dental). Esto permitirá eliminar los restos de placa y comida que se alojen en dicha zona.
- No lavar el cepillo de dientes. El cepillado de dientes hace que los cepillos dentales se contaminen con bacterias, restos de comida de la boca, sangre y saliva. Por ello, se recomienda enjuagar el cepillo dental cuidadosamente con agua después de cada uso y no sumergirlo ni en enjuague bucal ni en otras soluciones limpiadoras. Estos deben secarse al aire sin cubrirlos y dejarse en una posición vertical evitando que entren en contacto con otros cepillos de dientes.