Las habilidades o competencias blandas tienen relación con las actitudes, comportamientos y valores del trabajador. Existen las habilidades duras que se refieran a los conocimientos académicos o técnicos que las empresas suelen exigir para cubrir una vacante. Por lo tanto, se puede afirmar que las blandas se adquieren relacionándose con otras personas y las duras estudiando un curso o una carrear.
Las habilidades blandas son aquellas que se demuestran en la ejecución del trabajo, y no están relacionadas, únicamente, con los conocimientos, sino con la puesta en práctica de una combinación de habilidades sociales, habilidades de comunicación, aptitudes y capacidad de acercamiento con los demás.
Las empresas reconocen que estas habilidades facilitan la interacción con otras personas, generando un ambiente de trabajo más grato y un clima organizacional de entendimiento y cooperación. Además, las habilidades blandas tienen que ver con la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos.
Habilidades más requeridas:
- Aceptación de las críticas: Tener la capacidad de aceptar las críticas, sin tomar actitudes negativas y generando mejoras en base a los puntos débiles, son habilidades muy valoradas por las empresas, ya que es una de las más difíciles de conseguir.
- Resolución de problemas y orientación a resultados. Capacidad que tenemos para actuar ante un inconveniente, y encontrar una solución rápida y efectiva a los conflictos. Por otra parte, la orientación a resultados es la competencia de poder dar una respuesta a una situación en los plazos requeridos.
- Actitud positiva
- Trabajo en equipo y comunicación. Permiten que las personas que interactúan se entiendan con el objetivo de coordinar acciones a través de compromisos mutuos. La comunicación efectiva facilita las condiciones para establecer relaciones fluidas y minimizar los posibles conflictos.
- Adaptación al cambio y resiliencia. Capacidad para asumir los cambios sin alterar el alcance de los objetivos propuestos con antelación. Asimismo, la resiliencia es la capacidad para adaptarse a situaciones adversas y aprovechar esa dificultad para convertirla en una oportunidad.
- Innovación y toma de decisiones. Consiste en implementar elementos innovadores en el trabajo como hacer actividades diferentes o tener nuevos aprendizajes. Por otro lado, es importante ser capaz de tomar una decisión entre diferentes opciones para resolver situaciones de manera oportuna.
- Empatía e inteligencia emocional. Consiste en ponernos en el lugar de la otra persona; es decir, saber lo que siente o piensa en un momento determinado. Mientras que la inteligencia emocional es la capacidad de identificar y manejar las emociones propias y ajenas de manera adecuada.